domingo, 28 de junio de 2009

No todo es felicidad y satisfacción en el mundo del miniaturismo (al menos en el mío). De vez en cuando (en mi caso bastantes más de las que serían deseables), pueden ocurrir accidentes que ponen a prueba la salud del aficionado. En el caso de las fotos que se muestran, es el resultado de que una de las baldas de cristal que componen la estantería donde estaba la mayor parte de mi colección, se cayó sobre la inferior. El resultado, doce figuras digamos..."con fracturas de trecre grado por todo el cuerpo". Pasado el mal rato inicial, siempre se ve alggo positivo, de algunas no recuperables, se cogeran los "organos" que serán "donados" para nuevos proyectos (léase armamento, utensilios, etc).

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