martes, 8 de septiembre de 2009

CAPITULO 7
Lo encontraron en una vetusta habitación de una de las muchas pensiones de la Cava Baja.
- Lo único que puedo decirte es que lo detuvieron por intentar matar a un gabacho, pero quién sabe si era cierto, aquél día y en los posteriores, no era necesario haber cometido ningún delito, simplemente con estar en el sitio inadecuado, te arcabuceaban en plena calle, sin más....¡malditos franchutes!..

...A los pocos días, cuando ese jodido Murat autorizó dar cristiana sepultura a los muertos, fuí al lugar donde me dijeron que lo habían arcabuceado, pero no encontré el cuerpo, había muchos muertos, desnudos, desfigurados por la podedumbre y por los animales carroñeros...-Antón apretaba los puños y lloraba con la cabeza enterrada en el pecho, con rabia- ¡no encontré el cuerpo! ¡allí no había cadáveres, había un montón de carne putrefacta, ensangrentada y desgarrada por los perros ¡malditos franceses! ¡No descansaré hasta que no haya salido el último de España, y juro por la sangre de aquellos que ví allí abandonados que lavaré su sangre con la sangre de esos franceses en mis manos...

Martín, compungido, terminó aceptando la realidad que llevaba intentando alejar desde que recibió aquella carta en Málaga, ahora, sólo en Madrid, con la compañía de Curro quedó pensativo mirando al vació la lumbre, oyendo los sollozos de rabia contenida de Antón, recordando las veces que en su Málaga él y su hermano Manuel habían sacado el copo....

Con el corazón destrozado, y la rabia y el odio a los gabachos imbuido en Martín, sólo en Madrid con la única compañía de los variopintos miembros que componían la partida de Anton, -Miguel, Curro, Alonso...- eran ahora su única familia, Rocío había quedado en Málaga, con el pequeño Gonzalo, pero él necesitaba vengar la muerte de su hermano, y la de tantos inocentes y patriotas, él nunca había tenido un sentimiento político, pero aquello era distinto, unos malditos extranjeros estaban arrasando con España, y si habían matado a su hermano, ¿que podrían hacer a su familia?...Tomo la decisión de unirse a la partida, y combatir al francés, y así se lo explicó a Rocío en una carta en la que, al par de una declaración de su amor, le entreveía una despedida...Marín sabía que detrás de cada enfrentamiento podía haber una bala de mosquete con su nombre...


Antón llegó con noticias, en Madrid se habían formado varias unidades militares, con la poca tropa dispersa que se iba encontrando, y los voluntarios que se incorporaban, dos regimientos de infantería denominados Regimiento de Voluntarios de Madrid, al mando de D. Manuel Armengod y otra de caballería, los franceses habían derrotado a las fuerzas españolas en Espinosa y en Gamonal, y Napoleón al frente de una fuerza estimada de unos 40.000 hombres, avanzaba hacia Madrid sin casi oposición...Fue entonces cuando decidieron sumarse a las exiguas fuerzas que se estaban dirigiendo al puerto de Somosierra para defender la capital...

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