Seguimos añadiéndole detalles al jinete, voy redefiniendo los motivos heráldicos, y, al igual que hice con la gualdrapa del caballo trasunas primeras luces y sombras en la vesta, insisto más en los propios motivos, que serán los que resalten finalmente puesto que el azul de fondo quedará practicamente cubierto por estos últimos, unificando así la transición de luces y sombras con los distintos cambios de color (una luz o una sombra caerá de manera simultánea sobre el azul de fondo, el dorado de una flor de lis o de un damasquinado por ejemplo) homogeneizando así dichos efectos. Incido igualmente en los desgastes y avejentamiento de las partes metálicas, dándoles tonos de oxido.